Tutorial ‘Magnus El Rojo’: Cómo pinté el primarca de los Mil Hijos por Marc Masclans

Hace un tiempo, me contactaron para trabajar en un proyecto bastante mayor de lo que estoy acostumbrado, pintando uno de los personajes más emblemáticos del universo de Warhammer 40,000: Magnus the Red. Tengo que decir que ha sido uno de los retos de estos últimos años y sin duda la figura más grande que he pintado hasta ahora.

Tutorial Magnus The Red

Dado que normalmente hago paso a paso del proceso, en este caso he pensado que sería más interesante compartir la experiencia más que explicar cómo se hizo. He dividido el texto en 4 puntos: propuesta y planteamiento, transformación, pintura y detalles finales.

Propuesta y planteamiento

Cuando el coleccionista contactó conmigo me llamó mucho la atención la idea que tenia en la cabeza sobre el personaje y sobretodo la cantidad de información que me dio. Él quería que la pieza mostrara el carácter de este primarca en todo su esplendor y me facilitó mucha documentación para poder realizar el trabajo. Me gusta invertir tiempo en la planificación, aunque no siempre lo haga, ya que posteriormente facilita mucho el trabajo mecánico. Además, en este caso buscaba hacer un trabajo visualmente potente ya que iba a aprovechar para llevarlo al Golden Demon.

Estas son algunas de las imágenes que usé como referencia tanto para el color como para el diseño de la historia y la peana.

Transformación

Una vez tomada la idea de referencia, en base a las ilustraciones, empecé a trabajar en la transformación. Hacía mucho tiempo que no cogía la masilla para modelar algo y debo decir que en cierto modo es como volver a montar en bici. Pero se requiere un poco de paciencia ya que los tiempos no son los mismos que los de la pintura.

Mi idea de transformación era muy sencilla, y una vez monté la pieza, corté el brazo derecho a la altura del hombro y lo levanté para que diera la sensación de estar invocando algo o realizando algún hechizo. En mi planteamiento original, usé la bola que viene con el arma para representar esta fuente de energía, aunque lo cierto es que como fuente es demasiado grande y condicionaría mucho el resto de la pieza. Me di cuenta de esto más adelante y es por ello que hasta el final no decidí qué poner.

Sobre los detalles, pensé que la pieza luciría mucho más sin la armadura, a pecho descubierto, recordando un poco mas a Illidan o al Shaetann de Raúl Garcia Latorre. Creo que la figura original tiene algún problema de diseño y es lo que intenté corregir para sacar mas partido a la pieza. Por esta razón también remodelé algunos de los volúmenes de la cara aunque al final pienso que debería haber transformado toda la parte maxilar y darle una expresión más agresiva, como si estuviera gritando.

De cara a la peana planteé un terreno tipo roca parecido a una de las ilustraciones de referencia. Puse el “dread” como rival abatido por Magnus para ver la composición entre uno y otro. Posteriormente abandonaría esta idea y lo cambiaría por una serie de lobos espaciales y restos de la batalla.

Pintura

A diferencia de otros artículos aquí no voy a extenderme mucho en detalles de colores, recetas o procesos. Simplemente voy a hacer una pequeña memoria de los momentos que fui pasando a lo largo de todo el proceso.

Imprimé en negro y le dí una capa en blanco con aerógrafo. La verdad es que creo que me quedé algo corto con el blanco, tal como vi luego. El rojo no resulta sencillo sobretodo en una superficie tan grande. En todo caso después del blanco di una base con magenta y a partir de aquí fui esbozando la piel en general con distintos tipos de morados, rosas y magentas. El esquema general pretendía ser frío así que fui compensando el color con azules durante todo el proceso.

Creo que al ser una figura tan grande debí haber planteado de entrada la pintura considerando mucho más el conjunto y no los detalles como finalmente hice. Como se ve en las fotos estuve sacando volúmenes pequeños ya de entrada perdiendo un poco la idea global. Al final esto hizo que me costara rematar el conjunto en la fase final. Para pintar la piel y los NMM lo mas difícil fue que cuadraran las vistas. El truco en estos casos suele ser plantear el volumen en formas geométricas primitivas y posteriormente ir descomponiendo en otros.

A lo largo de toda la pintura tuve que ir volviendo atrás para avanzar ya que no tenia muy claro que forma era la mejor para hacer que funcionara la pieza. Al final muchas veces me gusta guiarme por el gusto, dejando que la figura me ayude a encontrar la respuesta.

Las alas fueron un trabajo bastante complicado sobretodo por la cantidad de plumas detalladas, por delante y por detrás. Las planteé por separado y las iba poniendo en la ranura de la figura para ver como funcionaban con la pieza. El aerógrafo me ayudó mucho para visualizar de entrada el esquema de color ya que quería que ambientaran el conjunto pero como un marco para los elementos principales de la figura.

Como se puede ver con todas las fotos del proceso, fueron muchos pasos hasta llegar al resultado final. Rematar la figura fue lo mas complicado para mí aunque finalmente por suerte conté con algo de ayuda.

Detalles finales

Estoy poco acostumbrado a las figuras para concurso, pintar un “box art” es pintar para foto, pero las piezas de coleccionista y de exposición son un tema distinto. Hay que trabajar los detalles hasta el último error ya que en mano se perciben muy fácilmente. En este sentido dado que hice el proceso casi yo solo, me faltó ese punto de vista crítico de alguien objetivo, que me guiara llegado el momento para poder sacar el máximo partido. Por suerte, la semana antes del Golden Demon, pude compartir el estudio con el compañero y amigo Rafael García (Volomir) que me supo aconsejar tan bien como siempre.

Limpiar las transiciones , ajustar reflejos, corregir manchas y mimar los detalles puede ser un proceso muy pesado ya que llevamos mucho con la pieza y a veces se pierde objetividad. Hay que dejar respirar el trabajo y tomarnos un tiempo para coger perspectiva. En este caso tuve bastante tiempo pero además, 4 ojos ven más que 2 y por suerte, para el último empujón conté con refuerzos.

Si tuviera que poner créditos y dedicatoria a este trabajo sin duda mencionaría a Diego Esteban y Rafael García que me ayudaron con la idea de la pieza y el terreno y que ademas me dieron ánimos en todo momento. Sin duda alguna, agradecer a Sergio, que es quien hizo posible este proyecto y que espero que lo disfrute mucho en su vitrina.

Al resto de amigos y compañeros que estuvieron en algún momento involucrados y que me dieron su punto de vista: ¡muchas gracias!

¡Espero que os haya gustado! Cualquier duda que tengáis podéis escribirme a Marc Masclans Miniatures, en facebook. ¡Intentaré responder a la mayor brevedad!