Presentamos ‘A Tale of 9 Warlords’ – ¡Escalada de 1.000 puntos de Warhammer Age of Sigmar!

Hoy os presentamos un divertido desafío en el que nos hemos embarcado unos cuantos locos de las miniaturas y los wargames. ¡Una escalada de pintura de Warhammer Age of Sigmar entre 9 amigos!

La idea viene de haber visto la campaña que tienen montada los chicos del blog Modelbrush, que hace unos meses empezaron una iniciativa igual. La hemos copiado vilmente porque nos pareció maravillosa y vamos a ver qué sale de la misma iniciativa pero con gente que no pinta ejércitos. ¿Serán capaces de conseguir el reto?

Las Reglas

Durante 6 meses cada participante debe armar y pintar un ejército a su elección de Warhammer Age of Sigmar de 1000 puntos.

• Cada mes los contrincantes deberán reportar lo conseguido hasta la fecha.
• A los 3 meses habrá una fecha importante (15/08/2017), en la que se deberá acreditar haber pintado al menos 500 puntos. Aquel que no haya conseguido el objetivo de mitad de campaña será eliminado.
• A los 6 meses (15/11/2017) se deberá haber acreditado la pintura de la lista completa de 1000 puntos. Solo aquellos que hayan llegado hasta el final se someterán al dictamen del público que determinará cuál es el que mejor lo ha hecho.

Hoy os presentamos a los participantes, cada uno contará lo que le apetezca brevemente, y hasta pondremos sus planes preliminares de lo que van a pintar. Sin más dilación, ¡os presentamos a los contendientes!

Son colegas actualmente… ¿lo seguirán siendo tras la batalla?

A Tale of 9 Warlords – Las Presentaciones

Armando – Khorne Bloodbound

A pesar de entrar en el mundo de las miniaturas muy pronto cuando a los 9 años me regalaron el juego de Cruzada Estelar, nunca llegué a jugar a ningún otro wargame. Y no es porque no me gustara. Me atraía mucho la idea de representar batallas con un montón de figuras. Pero lo que realmente me gustaba era pintarlas.
Descubrí la White Dwarf y me podía tirar horas leyéndola y releyéndola, alucinando con las figuras pintadas por Mike McVey y el equipo ‘Eavy Metal. Ver ejércitos pintados a ese nivel me hacía soñar con poder conseguir algo así algún día. Pero nunca lo hice.
Después de más de 10 años desconectado de este mundillo, volví a reengancharme con ganas de retomar la pintura e intentar lo que en su día no logré hacer (entre otras muchas cosas, pintar mi propio ejército de GW). Estaba buscando el momento y, cuando Rafa propuso el reto, ni me lo pensé. Era la excusa perfecta.

Otra de las cosas que siempre me ha encantado, junto con la pintura, es el vasto trasfondo del universo GW, tanto Fantasy como 40k, y una de las facciones que más me atrae es el Caos (más concretamente Khorne) por todo lo que representa. Tiene una mezcla de brutalidad, terror y salvajismo que me encanta, por lo que la decisión era clara a la hora de elegir ejército.
Como he dicho, no soy jugador, así que más que crear un ejército competitivo, quería hacer un ejército temático de Khorne con figuras que me gustaran por su estética.

El elegido se revuelve en su trono oscuro y prepara el golpe que separará el mundo. Los reinos de antaño han caído, perdidos bajo la furia de los Dioses Oscuros. Algunos héroes luchan, demasiado obstinados para reconocer que toda esperanza está perdida. Ingenuos. Están condenados.
Su tiempo ha pasado, una nueva era de Caos y consternación ha llegado para aniquilarlos a todos e inundar las tierras con su sangre.
Sangre para el Dios de la sangre.

Javi – Legion of Azgorh

Como la mayoría de nosotros, me introduje en el hobby de la mano de GW y su Warhammer hará cosa de unos 15 años. [uff…] Desde entonces, pues lo típico, poco a poco dejas de tener tiempo, ya no hay tanta facilidad para quedar, las batallas son demasiado largas… vuelves a jugar alguna vez… pero nunca con la avidez de aquella época. Después de estar desconectado por completo del mundo de las miniaturas unos diez años, hará cosa de dos años me volví a interesar y empecé a pintar y jugar a otros juegos menos exigentes. De ese tiempo a ahora movido por la nostalgia fui coleccionando un ejército de Enanos del Caos, y la verdad es que nunca veía el momento de pintarlo, y últimamente ya no contaba ni con ello (¿quién no tiene un ejercito que sabe que no va a pintar?). Así que cuando Volo dijo de hacer una escalada y tras un par de charlas entre los aquí presentes… me fui motivando, fui pensando en los tapones malvados… ¡y aquí estoy! No sé cuánto duraré, no sé cuánto ni qué pintaré, ¡pero aquí estoy!

Durante más de mil años, la oscura y ardiente espiral de la Fortaleza Negra ha permanecido vigilante sobre el cruce del río Ruln, en el borde sur de las Montañas de los Lamentos, desde dónde ha custodiado esta zona para el imperio de fuego y sufrimiento de los enanos del caos. Es un lugar de pesadilla, terrible de contemplar, de hierro negro y sólida roca, ríos de magma atraviesan el lugar cómo si fuesen las arterias de un monstruoso ser.
Desde hace siglos, el señor de este tenebroso lugar y de los guerreros y esclavos que lo habitan ha sido Drazhoath, un poderoso hechicero, retorcido y hambriento de poder. Comandante de la Legión de Azgorh, un ejército de enanos del caos que vigila y patrulla los salvajes yermos de las tierras oscuras para mantener el dominio sobre éste reino atestado de monstruos.
Cuándo a Drazhoath le llegaron rumores acerca de varias huestes aumentando su poder y actividad acercándose desde este y sur, se dirigió a los altares del sacrificio dónde consultó las llamas y ascuas de Hashut, allí en las fauces de la tierra, en las entrañas de la torre de Gorgoth le fue revelado un grave peligro, pero también una gran oportunidad… y siguiendo el maléfico ingenio que caracteriza a su raza de frío corazón, empezó a reunir a los guerreros de la legión y trazar planes para la batalla… ¡la fortaleza necesitaba nuevos esclavos!

Nor – Orruks & Grots

Como no estaba metido en suficientes proyectos, tanto personales como en grupo, pues va Volomir y me habla de una “escalada” de Age of Sigmar…
No tenía ni idea de lo que estaba hablando, así que me explicó de qué iba el tema. Inicialmente me echó para atrás, porque no es tiempo lo que me sobra precisamente (como a todos, pero aquí que cada barco aguante su vela). Lo que pasó después de aquella fugaz conversación mientras volvíamos de camino al concurso de Leganés, sería digno de estudio en lo que se refiere a “histeria colectiva”. Me explico; en varios grupos de WhatsApp en los que estamos, se empezó a generar una corriente de entusiasmo por el proyecto a la que era difícil resistirse, y sólo unos pocos lo hicieron. Yo no. Yo caí como gorrino en lodazal… Más feliz que una perdiz, jajaja.
Así que nada, a pintarse un ejército para AOS. Complicado escoger, así que tocó pararse a pensar y dejarse llevar por los recuerdos de juventud, donde fantaseaba con tener dinero y ganas suficientes como para montar un ejército de Warhammer bien pintado y utilizarlo.
Mis razas preferidas de siempre, por este orden, son: Enanos / Imperio / Orcos
Descarté rápidamente los dos primeros, puesto que con el nuevo ‘backGround’ de AOS, no había nuevas miniaturas dignas de mención y además, los orcos han sido siempre una espinita clavada difícil de aliviar, pues en mi historia de pintor de miniaturas no me los he topado en demasiadas ocasiones.
Decidí escoger Orruks, como parte de la Grand Alliance Destruction. Una delicia de miniaturas que estoy seguro me van a proporcionar horas de diversión y disfrute.

La conmoción en la tribu había sido más que sonada. De lo más profundo de las montañas había llegado un enorme orruk que se hacía llamar Sajacuellos montado en una serpiente alada. Por las cicatrices de la serpiente, parece que estuvo cerca de matarla antes de dominarla, y desde luego las marcas que el bicho dejaba ver en su cara y sus cuernos rotos, daban una muestra de lo brutal que podía llegar a ser este espécimen de orruk.
No tardó en encontrarse con los dos caudillos que mandaban en la tribu, y pidió un conclave con ellos. Todos los que supieron de esto pensaron en algún tipo de mensaje o trato con otra tribu… nada más lejos de lo que ocurrió. Acudieron al cónclave el jefe de los Grots que se hacía llamar Rompotodo y el caudillo orruk con el que compartía a duras penas el liderazgo de la tribu, un gran orruk negro apodado Panzadura.
Al poco rato de comenzar el cónclave, dicen los presentes que Sajacuellos sin mediar palabra alguna, cogió una cuchara de madera de una olla cercana y se la incrustó en un ojo a Panzadura, para después abalanzarse sobre él, y una vez en el suelo comenzar a vaciarle la cabeza con la misma cuchara que más tarde, se colgó del cuello a modo de amuleto… Durante este proceso, Rompotodo intentó aprovechar el tumulto para apuñalar a Sajacuellos por la espalda, y así de un plumazo conseguir el liderazgo de la tribu. No llego ni a acercarse, pues Sajacuellos lo vio acercarse y tan sólo con un rugido hizo que el grot quedase paralizado por el miedo.
Está en nuestra naturaleza aceptar al más fuerte entre los fuertes, así que ningún piel verde se opuso a que Sajacuellos se convirtiese en nuestro caudillo, y Rompotodo su segundo al mando de los grots.
Había comenzado otro mandato en la Tribu Luna de Sangre para seguir el dominio en la Montaña Jorobada, acechando, robando y sobre todo, matando a todos los incautos que se acerquen a nosotros.

Berek – Ogors

Todo comenzó halla por 1998 con la tercera edición de Warhammer 40.000. Siempre he sido jugador y coleccionista de miniaturas de este juego de Games Workshop. Del que he podido disfrutar, por suerte, de casi todas las facetas del hobby. He disfrutado mucho jugando torneos como campañas y partidas trasfondisticas. Pese a que Fantasy me ha llamado siempre, nunca he llegado a jugarlo de forma continuada debido a la complejidad que tenía en sus reglas, lo que hacía que las partidas durasen demasiado.

Con la salida de Age of Sigmar y la simplificación de las reglas, junto a esta iniciativa, ha sido el empujón que necesitaba para retomar mi ejército de Ogros que tenía abandonado metido en el maletín y completarlo con algunas de la nuevas miniaturas que salieron en su día y me quedé con las ganas de tener.

Restos de vísceras, miembros amputados y charcos de sangre decoraban la escena. En el centro una figura desaliñada permanecía inmóvil, de rodillas con los brazos extendidos hacia el techo. Así permaneció un rato, con los ojos en blanco, en trance. Aun lado se encontraba Ghark Pielferrea presenciando el ritual que estaba llevando a cabo Grunfag..
Apoyándose sobre la enorme piedra donde se había llevado a cabo el sacrificio, el Maestro Carnicero se puso en pie y se giró hacia su Déspota y una feroz sonrisa se dibujó en su rostro cubierto de sangre. Ghark lanzó un bramido levantando su Maza, en ese instante, los Ogros allí reunidos se convirtieron en una muchedumbre enfervorecida.
La tribu de los Pielferrea se colocaron sus protegetripas y cogieron sus armas, Las Grandes Fauces habían bendecido una nueva marcha hacia La Roca del Desafío.

Mommel – Ironjawz

La creación de un clan orko es tema de discusión en todas los lugares del mundo civilizado, en especial en aquellos limítrofes o cercanos a fronteras con los pieles verdes, ya que suelen agradecer el hecho de saber cuándo van a dejar de pelearse entre ellos para venir a arrasar pueblos y saquear ciudades. Sin embargo, aún a día de hoy, no parece haber un patrón lógico como para establecer cuándo va a ocurrir o no uno de estos drásticos cambios sociopolíticos -si es que eso existe en la cultura orka de manera reconocible- y poder anticiparse o prepararse con tiempo a un ataque en masa.

Se han visto clanes unidos por un jefe carismático -donde carismático suele ser un sinónimo de grande, bruto y con gusto por la sangre-, que tras matar a otros jefes -y descendencias de jefes, amigos de jefes, conocidos de jefes, etc.- parecía encontrar el apoyo del resto de clanes para seguirle.

Otras veces se han visto grandes agrupaciones de orkos seguir a chamanes, fruto de alguna creencia religiosa que no podemos entender dado su barbarismo: un dios del acero, un dios de la sangre, un dios de la fertilidad… todo vale -y a la vez, puede no valer- para unirse y atacar. A veces matar al chamán que llevaba esa religión a cuestas también ha servido para unirlos a favor de otra.

Encontrar objetos de valor -que aumentan el rango social del portador- o bien robárselo, también han supuesto causa de unión, aún cuando el objeto pueda parecer por completo arbitrario; basta con que unos cuantos de estos seres de cabeza hueca decidan seguirlo para que, de algún modo, todos perciban algo especial en él y vayan juntos a la guerra. Han llevado armas oxidadas veneradas como un regalo de los dioses; huesos, piedras, una cruz de madera podrida, sudarios manchados de barro, un barril lleno de aguardiente de algún monasterio olvidado… todo sirve.

Sin embargo, la naturaleza de su estupidez es tal que incluso con cosas aún más rídiculas se han unido. Sirva como prueba el testimonio del orko capturado en exploración hace un par de semanas en el puesto de avanzada, y que un superviviente nos ha traído hasta aquí, sin duda protegido por los dioses; para facilitar la lectura de su señoría, hemos transcrito a nuestro idioma la torpe jerga de estos monstruosos seres, aunque mantenido su bárbara construcción sintáctica:

– Estás siendo interrogado para facilitar información a su majestad. Sabed que, en caso de mentirnos, morirás en una terrible agonía.
– Yo poder escapar de agonía. Fhlez gran escapador.
– No me entiendes estúpido, lo que quiero decir es…
– Déjelo interrogador. Prosiga.
– Como quiera, señor. Eres Fhlez, y eres explorador: tu misión era espiarnos para preparar un ataque, correcto?
– Si, Fhlez gran explorador. Fhlez busca color.
– Color? Qué quieres decir con que buscas color?
– Clan de Fhlez gran clan, muchos orkos necesitan pintar armaduras o no poder ser del clan. Pintamos armaduras color bola de fuego del cielo en la montaña.
– El sol al atardecer, quieres decir. Naranja. Se pone de ese color al llegar el ocaso, por eso está junto a la montaña.
– Bola de fuego del gran dios de la destrucción, el pone en montaña.
– Nadie pone ahí el sol, lo que ocurre es…
– Bola de fuego.
– No importa, pero nuestro planeta da vueltas y…
– Lo pone en montaña. Dios de la destrucción.
– No hay ningún…!
– Interrogador por favor. Prosiga.
– Está bien…-el interrogador respira hondo-. Tu armadura es naranja, por qué?
– Jefe peleó con gran jefe Skatch el Amarillo en arena de esclavos. Chamán usó polvo mágico para hacer más fuerte a Skatch en batalla.
– Qué polvo es ese?
– Polvo mágico de chamán. Polvo amarillo como metal blando de humanos, nos hace más fuertes.
– Y qué sucedió?
– Skatch El Amarillo y Jefe Baksi pelearon medio paso de bola de fuego, pero Skatch ganó e iba a matar a Jefe.
– Pero no lo mató, parece.
– Skatch dio la espalda a Jefe para celebrar victoria. Jefe desarmado, solo humanos esclavos de Skatch cerca.
– Maldita bestia…tenéis esclavos a nuestros ciudadanos?
– Si. Antes usábamos de escudo en la arena.
– Como que antes?
– Gran Jefe listo. Jefe coger humano y golpear Skatch con el. Humano morir. Skatch morir. Gran Jefe quedarse armadura de Skatch, pero sangre y polvos mezclarse y quedar color bola de fuego en la montaña. Color del dios bola de fuego.
– Que barbarie!! Pobre hombre…
– Gran Jefe Baksi mucho polvo amarillo, pero no tener más humanos para hacer color armadura.
Un sonido de cuernos y la campana de alerta suena en este momento del interrogatorio; el orko sonrie enseñando sus enormes dientes mientras mira por la reja la luz naranja del atardecer.
– Pero qué…
– Color ya no más problema gracias a Fhlez.

– Costumbres orkas. Vol. VII, Formación de clanes y familias. Cap. III, Clan Sunz Zet.

Mitico – Kharadron Overlords

¡Aaaaaaaaaaaaaar Marinero! De siempre me han gustado los piratas, desde pequeño he engullido libros y pelis de corsarios por doquier, incluso tengo un ejército de ogros pirata que hice para 8ª edición de Fantasy, así que no me lo pensé mucho cuando Volomir me invitó a la campaña y, tras estar unos días indeciso elegí a los Kharadron Overlords. He estado leyendo el trasfondo y me ha gustado mucho todo el rollo de cazar monstruos “marinos” por los amplios y vastos cielos de este nuevo mundo que nos presenta AoS, y sus reglas aportan un extra jugable en este juego que aún está por crecer muchísimo y tanto me divierte.

Un añadido y por lo que me decidí a participar en esta campaña es poder jugar con mis amigos pintones, con los que comencé en este mundillo a pegar brochazos y con los que me he pateado parte de Europa visitando los mejores Golden Demons, aprendiendo de los mejores, conociendo más y más gente y una cantidad de diversión ingente. Así con estos mimbres, ¡cómo no me iba a enrolar en esta aventura!

Estoy deseando avanzar en la pintura, pero aún no he decidido si hacer un puerto propio o usar uno de los genéricos para que veáis un ejército de estos enanos.

¡¡¡ARRASA CON LO QUE VEAS Y GENEROSO NO SEAS!!!

Paloji – Kharadron Overlords

Pues todo arrancó allá por 2001, 2002 o por ahí, cuando empecé a coleccionar y a jugar al juego de El Señor de los Anillos de Games Workshop (¡Frodo!,¡contigo empezó todo!). Por aquel entonces empecé a jugar mis primeras batallitas y a manchar de pintura mis primeros moñecos. Poco a poco me fui enfocando mas a la vertiente artística del hobby y menos a la de juego (que fuera un poco malito con los dados igual también influía) y me dediqué más a los concursos de pintura y fui abandonando los torneos de juego.

Pero ahora viene el sinvergüenza de Volomir, y una serie de gente de un nivel de sinvergonzonería similar, a liarme para la dichosa escalada, a liarme otra vez para pintar un ejército para jugar… ¿para jugar? ¡Si no tengo ni idea de las reglas! ¡Jamás he jugado una partida a Warhammer Fantasy y menos a Age of Sigmar! Pero da igual, yo me lío muy fácil, me caliento muy rápido, y la verdad que el proyecto de escalada me mola, y los nuevos enanos steampunk que acaban de anunciar hace poco, me molan un huevaco (enanos voladores, en barcos voladores, ¿hola?,¿estamos locos? ¡toma mi dinero y calla!)… Así que no he tenido más remedio que aceptar la llamada y tratar de patear unos cuantos culos ^^.

Mariano – Wanderers

Pues aquí vamos, a darle caña al AoS con miniaturas oldstyle. Todo el ejército estará compuesto de miniaturas de tercera edición de WFB (vale, alguna más moderna entrará, pero es que no había dríades en tercera…).

El plan es sencillo, recuperar el color de aquellos ejércitos de Mike McVey, Wayne England, etc… y disfrutar en el camino, se trata de eso, ¿no?

En lo más profundo del bosque, allí dónde ningún hombre pisó jamás, se encontraba el Manantial de Lawën. Solo los elfos más ancianos conocían la leyenda que acompañaba al lugar… “Cuando el gran bosque no vuelva a despertarse con los rayos del amanecer, cuando la primavera no haga florecer más el Claro del Rey, cuando llegue el final de Athel Loren… los salones del manantial volverán a abrirse y el pueblo elfo de la antigüedad volverá a danzar melodías de caza”.

Volomir – Aelfs

Efectivamente, yo he tenido la culpa de haber juntado este grupo de sinvergüenzas, y les he liado para que se hagan una banda de Age of Sigmar. Pero no solo eso… ¡voy a conseguir que la pinten!
Resulta que es que tengo por ahí desde hace tiempo unos cuantos Altos Elfos pintados (¡un día de estos os los enseño, ja, ja!) porque me quería hacer un ejército pintado a un gran nivel, poco a poco y con calma. El proyecto empezó en 2010, así que ya ha llovido bastante de eso. Tanto ha llovido que antes de que tuviera un número suficiente de miniaturas para echarme una partida, va Games Workshop y destruye el Viejo Mundo. Y con él, mis queridos elfitos, perdidos para siempre en el vacío existencial de la propiedad intelectual. Con ello llegó Age of Sigmar, y lo que al principio me costó meses superar (he ido a varios psicólogos para tratarme la depresión resultante), ahora resulta que está cogiendo tracción y parece que puede hasta molar. Así que decidí no esperar a otra destrucción de mundos y probé por mí mismo de qué iba el juego (¡cómo! ¡Volomir jugando a wargames! ¡El apocalipsis ha llegado!). Fue una gran revelación probar el juego y ver que era rápido, sencillo y divertido. Fácil de aprender y tan complicado como uno quiera hacerlo. Mis numerosas experiencias pasadas con WFB y con 40k fueron poco prometedoras, pero este puede ser que acabe enganchándome. Así que até cabos y me dije a mí mismo, ¡es el momento de volver con los elfos!
Dado que ya me he echado alguna partida, he pensado hacer una lista que pueda añadir a lo que ya tengo pintado y hacer algo que me apetezca jugar. Por eso tantos Reavers (lo petan) y quizá la idea de hacerme de la Orden Draconis (ya que tengo un dragón…). Pero esto puede cambiar a lo largo de la escalada según siga probando el juego. ¡Y quién sabe si no salen los nuevos Aelfs antes de que acabemos los 1000 puntos!

La soberbia y arrogancia propia de los elfos no contribuyó a salvar nuestro mundo de su destrucción. Los orgullos Altos Elfos observaron impasibles cómo el apocalipsis había llegado, y cómo era imposible hacer nada por evitarlo. Pero conservar la calma tiene sus ventajas, y su legendario conocimiento de los vientos de la magia resultó ser una bendición para evitar la extinción de la raza. Linajes enteros de inmortales guerreros atravesaron las puertas hacia una nueva existencia, en otra realidad. Allí llevan esperando, de nuevo impasibles, el momento en el que regresar. Volver para vengarse, de un agravio aún mayor que el jamás cometido por sus caídos hermanos. Ulthuan se alzará de nuevo, y allí estarán todos sus hijos unidos de nuevo alrededor del fuego.
¿Sentís el calor? Es la llama que resurge de sus cenizas. Los hijos del Fénix han vuelto.

¡Parece que va a ser un camino entretenido! Podéis seguir ‘Una Historia de 9 Señores de la Guerra‘ aquí en volomir.com y en nuestras redes sociales. ¡No os lo perdáis!