Aún recuerdo la primera vez que pinté una figura histórica. Se trataba del Northumbrian de Latorre Models, modelada por Raúl García Latorre. Hasta ese momento, creo que allá por el año 2008, no había pintado nada más que piezas de Games Workshop, de fantasía. Me acuerdo muy bien de la experiencia porque era un tipo de escultura al que no estaba nada acostumbrado, se pintaba sola. El acabado de los materiales y las texturas hacía que pareciese mejor pintor. Creo que es algo que suele pasar con las esculturas de Raúl.
Yo había visto todos sus trabajos y siempre me resultaron una gran fuente de inspiración, aunque nunca pensé que llegaría a pintar algunas de las piezas más emblemáticas de la figura histórica. Estoy muy feliz que FeR Miniatures haya contado conmigo para volver a pintar estas figuras, en su linea de re-edición de los clásicos de Élite.
Cuando recibí la documentación para la pieza, y acordamos buscar una aproximación al trabajo original, la verdad es que me dio mucho respeto. No estoy acostumbrado a estos trabajos donde hay que ser metódico, que requieren un tipo de pintura mas clásica y artesana. Esta figura requería planificación previa y preparar los pasos para obtener un resultado acorde al original.
Por suerte hay un artículo que escribió Raúl hace años sobre el proceso que siguió para pintar el dibujo del tartán, que la verdad, seguí de forma bastante fiel y me sirvió de mucha ayuda durante todo el proceso.
La primera parte del trabajo, fue preparar la figura por partes, los brazos derecho por separado y la funda de la espada.
Imprimé la figura en negro y luego le di una capa de carne clara con aerógrafo para aclarar sobretodo las zonas como la camisa. Realmente la imprimación negra me sirve para que la pintura agarre a la figura, pero siempre procuro empezar pintando sobre una base agrisada hecha con el aerógrafo. Digamos que se trata de una “grisalla” mas general para orientar las luces.
Empecé pintando la cara de la pieza. Normalmente no lo hago, sino que suelo trabajar las superficies grandes pero en este caso me apetecía especialmente empezar por esa zona.
Los colores usados son parecidos a los que Raúl describía en su artículo, la clásica mezcla de Bermellón, Uniforme Ingles y Carne dorada, a la que añadí una gota de negro para desaturar. Las luces son progresivamente Carne Dorada y Bermellón y luego Ivory. Para las sombras use colores de Model Air como Caoba y rojo. Para las sombras mas profundas añadí algo de negro a la mezcla.
Para el gorro usé una base de azul encantado (Citadel) y negro y fui añadiendo azules claros de Scale 75 que tienen un grano mas grueso para ir punteando la textura del material.
Para la camisa use un Gris Pálido, de un set de pinturas de Nocturna Models. Me valió como base y luego jugué con Carne Mate y Ivory para las luces, siempre intentando que se mantuviera en un equilibrio de tono bastante agrisado. Las sombras use negro y Uniforme Inglés y posteriormente añadí variaciones para conjuntar con el resto de elementos de la pieza.
Como ya existe un artículo sobre esta figura, no voy a explicar algo que en el fondo prácticamente he copiado. Explicaré un poco más mi experiencia a la hora de realizar el entramado en el tartán y en los calcetines.
Lo primero que pinté, para probar un poco el pulso, fueron los calcetines, y debo confesar que allí casi pierdo la partida. No planifiqué correctamente el procedimiento y me superó. De hecho repinté los calcetines hasta tres veces. Finalmente gracias a la ayuda de Jaume Ortiz y Fernando Ruiz, planifiqué el dibujo de los rombos, estableciendo dos lineas verticales en el calcetín, divididas en secciones. La primera del frontal, en una línea descendente tenia que unirse con la tercera del trasero. A partir de aquí tirar lineas paralelas teniendo en cuenta que cuando mas cerca del pie, más juntos iban a estar los rombos. A continuación realicé el mismo procedimiento a la inversa dando como resultado un dibujo simétrico.
Al final era más sencillo de lo que parecía, pero hasta que no me dieron la clave para resolverlo fue una pesadilla.
Respecto al dibujo principal del tartán, me di cuenta que hay que ir muy despacio y ser muy ordenado para poder sacar el máximo partido. Es importante seguir una serie de pasos y organizarse para que no se descuadre el dibujo por todas partes. A la hora de la verdad lo complicado es cuadrar el dibujo sobre telas irregulares ya que tenemos que deducir y simular con cierto sentido el funcionamiento del dibujo considerando las arrugas de la tela. Todo un reto.
En cualquier caso lo importante es asumir que los pequeños errores que cometamos se pueden tapar, sobretodo a la hora de trazar las finas lineas del dibujo. A lo largo del proceso de pintado, tuve que corregir en diversas ocasiones. En este sentido recomiendo trabajar siempre con cuidado estando seguro que vamos a poder realizar los trazos correctamente. Es bueno y útil practicar sobre papel, pero para mi lo importante es que tengamos la figura bien cogida y el pincel sujeto correcta y cómodamente para trazar con mayor precisión.
Una vez terminado el tronco, pegué la vaina de la espada, y los brazos que previamente había pintado en capa base para poder llegar mejor a todas las zonas.
Como apunte, para el NMM del escudo, la idea fue pintar primero en general, sin diferenciar los remaches con Vermin Brown (Citadel) y una serie de tonos marrones simulando la textura. Posteriormente trabajé una serie de lavados con tintas negra, morada y roja de Liquitex y tinta Chesnut de Citadel. Una vez representado el cuero, para los remaches use marrón claro dibujando una luz arriba y debajo del remache, una especie de linea en forma de O, siendo ésta más ancha por la parte superior representando el brillo. Luego di puntos de luz con una mezcla de Carne Dorada y Ivory.
La suciedad en la figura la representé usando “Humo” y trabajando con tintas y marrones de Model Air así como un poco de barniz para brillos.
Ha sido una gran experiencia pintar esta figura, un reto que recomiendo a todos los pintores a los que les gusten los desafíos. Por mi parte quiero aprovechar para dar las gracias a mi amigo Raúl García Latorre, que me ha ayudado durante todo el proceso, guiando y aconsejando como siempre hace. ¡Muchas gracias!
Toma ya que sorpresa de articulo! Esta entrañable figura la empece yo también cuando todavía no sabia lo que era el acrílico o los pinceles Da Vinci, gracias a estos artículos, tanto el buen hacer de Marc y la tremenda generosidad de Rafa de publicarlo harán que la coja de nuevo con ganas! Gracias chicos y felices fiestas! Ya tengo entretenimiento!
Una brillante despedida del año, se agradece mucho la parte del paso a paso, pero para mí lo mejor del artículo es conocer los retos a los que Marc ha afrontado durante el proceso de pintura y como los ha superado. Mi mujer dice que Marc es excesivamente modesto, y le tengo que dar la razón, en las figuras históricas es muy importante la documentación previa y la fidelidad histórica, con lo cual el pintor se ve sujeto a múltiples condicionamientos, y es por ello que donde se ve la mano del artista es en la expresividad de la figura, la excelencia técnica (sobre todo en la aplicación de luces y texturas), y Marc lo borda, haciendo resaltar el trabajo en esta figura muy por encima de la media. Y otra cosa que me gustaría resaltar de su trabajo con miniaturas históricas es que no cae en el tópico(falso) de los colores desaturados y los colores planos en los uniformes(el famoso “este es el único rojo correcto para el regimiento tal en la batalla cual”), lo que aporta a sus trabajos una viveza y sentido de la realidad del que a veces adolecen los trabajos de pintura mas “clásico”.
Ala, ya me he vuelto a enrollar, lo dicho, enhorabuena por un gran trabajo y un gran articulo.