Me hizo muy feliz enterarme que nuestro querido Golden Demon (el clásico) estaba de vuelta. Después de un par de años de silencio, rumores de cancelaciones, gente cabreada… parecería como que Games Workshop está empezando lentamente a escuchar a la comunidad. Y digo “parecería”, porque al final, el que no haya habido Golden Demon en el 2015 puede tener que ver con un tema totalmente distinto. Se ha dicho que todo se debió a un problema con el calendario, ya que la nueva sede, el Coventry Arena, comenzó a albergar partidos de rugby, lo que hizo mucho más difícil reservar fecha allí. Y digo “parecería”, porque con Games Workshop nunca se sabe realmente.
La compañía que comenzó como una empresa amigable de jugadores de wargames y miniaturas, es ahora una corporación completamente opaca en la que nadie sabe lo que está pasando en realidad. Ni siquiera sus propios empleados, comprometidos a guardar silencio sobre cualquier información que puedan tener, como si la seguridad nacional estuviese en juego con cada decisión. Sí, el Golden Demon está de vuelta, pero nunca se había ido. Realmente no.
Lo que vimos este fin de semana en Coventry es producto de la pasión sobre la pintura de miniaturas, directamente a través de pintores que siguen enamorados de lo que Games Workshop hace. ¿Por qué si no iban estos supervivientes a pasar gran parte de su tiempo sentados frente a una mesa, rechazando los placeres de la vida al aire libre, pincel en mano? Hay algo en el Golden Demon que no se puede explicar. Una especie de magia que te atrae y te mantiene ansioso hasta la próxima ronda. Para mí en nuestro mundillo no hay nada igual realmente.
El camino que el Golden Demon está tomando no tiene mala pinta. El Warhammer Fest es una convención mucho más relajada en la que te reúnes con los creativos de Games Workshop, hablas sobre su trabajo diario y muestras aprecio por lo que están haciendo (algunos quizá desprecio). A ellos se les motiva y a ti te motiva, ya que pones cara a los nombres detrás de las anónimas cajas de plástico. Y te ayuda a ver que si lo que crea Games Workshop es grande es solo debido a ellos, grandes artistas y creadores del diseño de figuras, que hacen que cobren vida en tu mesa. Sin ellos, las ventas no podrán levantarse nunca. Realmente no.
El Warhammer Fest podrá ser más pequeño que el Games Day, pero hay mucho que hacer. Más que suficiente para compensar esos dos días muy, muy cortos. Especialmente corto el del Golden Demon, que empieza y acaba en un abrir y cerrar de ojos. Después de haber asistido sólo el domingo para ello, creo que la próxima vez debería considerar seriamente los dos días. Desde luego, podría haber tenido más tiempo para discusiones, juegos y demonstraciones. En cualquier caso, fue breve pero intenso, con grandes miniaturas y gente con la que hablar. Como en los viejos Golden Demon de los Games Day de antaño, pero mucho más pequeño. Y el hecho de que Games Workshop haya publicado las imágenes en su nueva página web golden-demon.com justo el día después del evento, me da muy buen rollo. Es cierto que la web es excesivamente simple, pero es mejor que nada (lo que teníamos antes). Se podría decir que la compañía quiere tomarse el concurso en serio y está empezando a dar pasos en esta dirección.
En general creo que el Golden Demon este año ha sido una buena noticia. Al menos para mí, el evento tuvo éxito en su objetivo principal, que es acrecentar mi interés sobre lo que Games Workshop está produciendo. Porque no debemos olvidar que el Golden Demon es, al fin y al cabo, un concurso corporativo para vender miniaturas de Games Workshop. Si te gusta montar sus kits, experimentar con ideas basadas en sus universos de fantasía, hacer conversiones basándote en su maravilloso plástico, o simplemente pintar sus miniaturas, desde luego Golden Demon es tu lugar. Realmente.
Dan ganas de apuntarse para la próxima! Me alegro que lo pasaras bien y fuera como tu esperabas Rafa, gracias por el reportaje!